Los refranes son un clásico de la lengua española. Está claro que forman una parte muy importante de nuestro idioma y se usan a diario. Sin embargo, ¿cómo podemos definir refrán? La Real Academia Española de la Lengua lo define del modo siguiente:
- "Dicho agudo y sentencioso de uso común".
Suele tratarse de frases cortas cuyo autor normalmente es anónimo. La mayoría son observaciones realizadas por el pueblo y tratan una gran variedad de temas, desde la meteorología hasta la existencia. Normalmente su estructura es pareada, recurren a la prosa y al verso y a figuras literarias.
Ya desde la época del gran Miguel de Cervantes se empleaban y él los define así en su obra maestra:
- "Los refranes son sentencias breves, sacadas de la experiencia y especulación de nuestros antiguos ancianos".
Aunque nosotros estemos acostumbrados a emplearlos con normalidad en nuestro idioma a veces son difíciles de comprender para las personas extranjeras. Por eso, sería bueno explicarlos en las clases y hacerles entender que son muy habituales y sería positivo que los emplearan para explicarse ya que dotarían de fluidez a su expresión oral.
Algunos de los más frecuentes son:
- "A quien madruga Dios le ayuda".
- "Al mal tiempo, buena cara".
- "A caballo regalado no lo mires el diente".
- "Dios aprieta pero no ahoga".
- "Cada oveja con su pareja."
- "Del amor al odio hay un solo paso".
- "Cualquier tiempo pasado fue mejor".
- "El pasado siempre vuelve".
- "En martes ni te cases ni te embarques".
- "Hasta el cuarenta de mayo no te quites el sayo".
Me despido hasta la próxima semana con un refrán propio de este mes de junio: "Lo que en junio se moja en junio se seca."
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